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El miércoles, una Reserva Federal dividida votó a favor de mantener estable su tasa de interés de referencia, a pesar de las críticas del presidente Donald Trump y la disidencia de dos altos funcionarios.

El Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC), el grupo que fija la tasa de interés de los préstamos a un día, votó 9-2 a favor de mantenerla sin cambios. La tasa de los fondos federales se mantendrá en un rango entre el 4,25 % y el 4,5 %. Este nivel establece lo que los bancos se cobran entre sí por los préstamos a un día, pero influye en una serie de otras tasas en la economía.

Sin embargo, la decisión se encontró con la oposición de los gobernadores Michelle Bowman y Christopher Waller, quienes han abogado por que la Fed comience a relajar su política monetaria, reconociendo que la inflación está bajo control y que el mercado laboral podría comenzar a debilitarse pronto. Esta fue la primera vez desde finales de 1993 que varios gobernadores no emitieron votos sobre una decisión sobre las tasas.

El comunicado posterior a la reunión solo ofreció un par de cambios en la perspectiva del comité sobre las condiciones económicas.

“Aunque las fluctuaciones en las exportaciones netas siguen afectando los datos, los indicadores recientes sugieren que el crecimiento de la actividad económica se moderó en el primer semestre del año”, afirma el documento. “La tasa de desempleo se mantiene baja y las condiciones del mercado laboral se mantienen sólidas. La inflación se mantiene algo elevada”.

En la reunión de junio, el comité mostró una visión más optimista, afirmando que la economía “continuó expandiéndose a un ritmo sólido”.

El comunicado del miércoles indicó que la incertidumbre sobre las condiciones “sigue siendo elevada”, una evaluación también menos optimista que la de junio, que señalaba que la incertidumbre había “disminuido, pero sigue siendo elevada”.

Una economía más lenta reforzaría el argumento a favor de tasas de interés más bajas, aunque el comité no llegó a respaldar esa opinión.

Sin decisiones sobre septiembre

Los mercados esperaban, de forma abrumadora, que no se tomaran medidas sobre las tasas, pero las acciones cayeron después de que el presidente de la Fed, Jerome Powell, declarara en una conferencia de prensa que el comité aún no había determinado si recortaría las tasas en su reunión de septiembre.

“No hemos tomado decisiones sobre septiembre”, declaró. No lo hacemos con antelación. Tendremos en cuenta esa información y toda la demás que obtengamos al tomar nuestra decisión.

Explicó además que el banco central está atento al posible impacto de los aranceles en la inflación.

“Nuestra obligación es mantener las expectativas de inflación a largo plazo bien ancladas y evitar que un aumento puntual del nivel de precios se convierta en un problema de inflación persistente”, afirmó.

Los operadores esperaban que la Fed recortara las tasas en septiembre, pero tras los comentarios de Powell, la probabilidad de una reducción de un cuarto de punto porcentual se redujo del 64% al 46%, según la herramienta CME FedWatch. En junio, los funcionarios de la Fed indicaron, por un estrecho margen, que prevén dos recortes en total este año. El comité normalmente cuenta con 12 votantes, pero no contó con la presencia de la gobernadora Adriana Kugler en la reunión de julio.

“Es extremadamente raro que dos gobernadores de la Fed discrepen en una reunión del FOMC, pero fue la disensión más anunciada de la historia en la reunión del FOMC de hoy”, declaró Jack McIntyre, gestor de cartera de Brandywine Global. “El motivo de la disensión fue el momento de los recortes de tipos, no la dirección de los ajustes de política. No es gran cosa. El verdadero impacto de los disidentes fue inclinar a Powell hacia una postura más moderada para septiembre”.

McIntyre afirmó que espera que la Fed recorte en septiembre, salvo sorpresas importantes en los informes de empleo de julio y agosto.

La noticia llega tras una racha notable para una entidad con gran influencia sobre la economía, pero que ha evitado en gran medida la contienda política, al menos abiertamente.

La presión de Trump para recortar los tipos

Trump ha pedido la dimisión de Powell e incluso ha barajado la idea, legalmente cuestionable, de despedirlo. Aunque ha desistido en gran medida de la amenaza de despedir a Powell, el presidente ha mantenido sus críticas a un antiguo funcionario al que ahora llama habitualmente «demasiado tarde».

El presidente ha sugerido que la Fed reduzca su tasa de referencia en 3 puntos porcentuales, lo que, según él, reduciría los costos de endeudamiento de la creciente deuda nacional y ayudaría al moribundo mercado inmobiliario.

Además de las intimidaciones sobre las tasas, la administración Trump ha criticado duramente a Powell y al banco central por los sobrecostos en un proyecto de remodelación masiva en dos de los edificios de la Fed en Washington. Powell ha insistido en que los sobrecostos no son producto de una mala gestión, sino de la escalada de costos desde el inicio del proyecto.

El miércoles trajo más noticias que podrían influir en la trayectoria de la Fed, a pesar de las presiones de Trump.

El Departamento de Comercio informó que el producto interno bruto creció a una tasa anualizada del 3% en el segundo trimestre, considerablemente más fuerte de lo esperado. Aunque gran parte del aumento principal fue impulsado por una reversión de un aumento masivo de las importaciones en el primer trimestre antes de los aranceles de Trump, el informe no obstante reforzó la noción de una economía que todavía se mantiene firme.

Además, el informe mostró que la inflación se mantuvo a una tasa de tan solo el 2,1% durante el período, según la principal herramienta de pronóstico de la Fed. La inflación subyacente fue ligeramente superior, del 2,5%, pero ambas cifras se desplomaron desde sus niveles del primer trimestre y se acercaron al fantasma del 2% de la Fed.

«En la Casa Blanca respetamos al 100% su independencia, pero también nos gusta respetar su análisis», declaró el miércoles Kevin Hassett, director del Consejo Económico Nacional, en la CNBC. «Esperamos que la Fed se ponga al día con los datos pronto. Será una noticia muy positiva».

La Fed se reunirá próximamente en su retiro anual en Jackson Hole, Wyoming, a finales de agosto. Históricamente, este evento ha contado con un importante discurso sobre políticas a cargo de su presidente.